Si su trabajo consiste en garantizar que un hospital o una institución del Servicio Nacional de Salud disponga de un control de accesos adecuado, comprenderá lo difícil que puede resultar controlar adecuadamente el movimiento de personas con un presupuesto ajustado. Hay muchos tipos diferentes de productos de control de acceso disponibles en el mercado que pueden ayudar a restringir el acceso del público y el personal dentro de los edificios. Algunos productos son más sofisticados y, por tanto, más caros que otros, y algunos requieren conocimientos especializados para su instalación, lo que también puede incrementar el coste.
A la hora de elegir los mejores productos, si es posible, hay que mirar más allá de los costes originales de compra e instalación. Considere el coste del mantenimiento continuo y pregúntese lo fácil que sería ampliar el control de acceso a más puertas más adelante.
Las cerraduras y llaves tradicionales ofrecen un buen nivel de seguridad, pero pueden resultar difíciles de gestionar en un edificio con un gran número de puertas y empleados. Hay que cortar las llaves y entregarlas al personal adecuado, abrir y cerrar las puertas a diario, y todo ello requiere tiempo y dinero para su gestión a gran escala. En un edificio con gran afluencia de público, esta solución no ofrece mucha flexibilidad ni comodidad.
Una solución es instalar cerraduras con teclado digital, ya que pueden ofrecer un mayor nivel de funcionalidad que las cerraduras y llaves tradicionales. El acceso se consigue introduciendo un código en el teclado. Si no tienes el código, no puedes pasar por la puerta. A diferencia de los sistemas de entrada basados en tarjetas, que deben conectarse para suministrar energía y comunicaciones a la puerta, las cerraduras con teclado digital funcionan con pilas y pueden instalarse fácilmente puerta por puerta con el mínimo trastorno.
Existen dos tipos diferentes de cerraduras de botón para puertas: mechanical y electrónico. Una cerradura mecánica básica puede costar más de 30 libras, mientras que una cerradura electrónica de gama alta puede costar varios cientos de libras. Antes de decidir cuál es la mejor cerradura para su aplicación, debe tener en cuenta dónde se utilizará la cerradura y con qué frecuencia tendrá que cambiar el código de acceso.
Si, por ejemplo, necesita proteger un armario de ropa blanca para el que sólo unas pocas personas necesitarán el código de acceso, bastará con una cerradura mecánica. Para cambiar el código de acceso de una cerradura mecánica, hay que quitar la cerradura de la puerta. Si no es necesario cambiar el código muy a menudo, esto puede no ser un problema. Sin embargo, si la puerta da acceso a una zona de pabellones, donde muchas más personas necesitarán el código, será más importante realizar cambios regulares del código de acceso por motivos de seguridad. En este caso, una cerradura electrónica sería la opción más segura y cómoda. Los códigos de acceso de una cerradura electrónica digital pueden programarse rápidamente a través del teclado mientras la cerradura está todavía en la puerta.
Hay muchas zonas en los hospitales o en los edificios del NHS que pueden protegerse al instante con cerraduras de puerta sin llave. Además de las vías de acceso principales, puede considerar las salas de consulta, las zonas de recepción, los armarios de limpieza, las habitaciones del personal, los aseos, los quirófanos, las zonas utilizadas para almacenar medicamentos y equipos médicos, y las oficinas.
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14, Feb 2013